POR FIN MI TIA TUVO UN NOVIO DE VERDAD.
Y allí
celebraron la boda la boda; dijo mi tía a sus hijos cuando era la hora de
dormir. Al día siguiente se despertaron los hijos de mi tía y vieron a mi tía
llorando. Saldrá le preguntó que le pasaba y ella dijo que estaba llorando
porque su novio había cortado con ella. Antonio su otro hijo le dijo que se
apuntara al programa de “quién quiere casarse con mi madre”.
Mi tía se
apuntó y por fin tuvo un hombre que la quería de verdad que le
ayudaba y que hacía feliz a sus hijos. Todo el mundo lo adoraba y mi tía fue
muy feliz con su novio.
Lucía Ocaña García. (Escúllar)
LA MUJER DE MIS
SUEÑOS
Y allí celebraron
la boda.
Una pobre
aceitunera que se llamaba Adela pero todos la llamaban Adelica. Adela siempre
iba a trabajar a la aceituna. Era una pobre que se ganaba la vida trabajando.
Una vez yendo de camino para el trabajo Adela tropezó y cayó a un charco y un
joven apuesto rico, llamado Victor Manuel, vio como caía. Victor Manuel se acercó y la cogió del suelo. Con su
pañuelico manchado de barro le limpió la cara y entonces ella le dio las
gracias. Victor Manuel la miró a los ojos, se quedó sorprendido le pareció una
muchacha demasiado bella.
Ella echó a
correr porque se le hacía tarde para la aceituna; entonces el vio hacía donde
iba ella. Al día siguiente, a la misma hora, Victor Manuel la esperó en el
mismo camino. Ella al verlo se puso muy nerviosa. Victor Manuel le dijo:
-¿Cómo te
llamas? Yo me llamo Victor Manuel. Ella respondió:
-Yo me llamo
Adela, pero todos me llaman Adelica. Pasaron unos meses y Victor Manuel y Adela
se casaron y Adela dejó de ser una pobre para convertirse en una señora.
E. Fernández Moreno
(Doña María)
LA BODA CON HISTORIA
Y allí
celebraron la boda fúnebre.
Era un día
nublado y encima 31 de octubre, justo cuando la familia Bartilón se reunían de
cena para que el abuelo Scruch le contara la fabula de los cien acres.
Ellos eran más
blancos que la leche, con temor al sol y de ojos rojos adivináis lo que eran,
pues vampiros, pues claro pero no vampiros normales. Llego la hora de la cena y
todos trajeron, perdices, perros, lobos, jabalíes, etc, pero todo muerto. Se pegaron un manjar que no
le cabía nada más, dieron las campanadas de las doce y el abuelo Scruch dijo: “A
llegado la hora…”, el abuelo Scruch comenzó a relatar la historia.
Erase una vez
una familia de humanos formada por un padre que se llamaba Andrés, la madre
Naret, la hija menor Yanet y la hija mayor Marfil aunque sus amigos la llamaban
la loquera. Un día estaban todos a su bola cuando de repente Marfil se fue a su habitación de la mano de alguien y
la hermana mayor la siguió, en sigilo se asomó y la vio jugando al corro de la
patata sola, la hermana le preguntó:
- Marfil, qué
haces. Ella contesto:
- Jugando con
mi amigo Carlos.
La hermana
asustada se lo dijo a su madre y ella contestó: “Déjala es pequeña”. pero
cuando llego la noche todos se acostaron
y se durmieron excepto la hija menor que no podía dormir por culpa de
las voces de su cabeza que le decían todo el rato ¡mata a tu familia, mata a tu
familia! Hasta que la niña se hartó y cogió de la cocina un cuchillo y mato a
la hermana, a la madre y por ultimo al padre. La niña aturdida huyó pero la
encontraron y la metieron en un reformatorio pero se escapó y huyó. Corriendo
por la carretera pero iba a cruzar una curva cuando de repente un coche la
atropelló y la mató pero su eso sigue merodeando por ahí y se sabe los nombres de cada uno de nosotros.
¿Sabéis por
qué? Porque cada noche duerme a nuestro lado de la cama y está casada con el
maligno.
S.
López Salmerón (Nacimiento)